Freddie Mercury estaba tan enfermo cuando la banda grabó la canción “The Show Must Go On” en 1990 que Brian May tenía dudas sobre si era físicamente capaz de cantarla.
Recordando la actuación de Freddie, Brian
dice: "La melodía exigía algunas notas altas muy exigentes, y yo sólo había podido “hacer una demostración” de ellas en falsete. Le dije a Freddie:
“No quiero que te esfuerces, esto no va a ser fácil a voz en cuello, ¡ni siquiera para ti!”.
Fred me dijo: “No te preocupes, ¡lo haré perfecto, cariño!”.
Le dije: “Fred, no sé si será posible cantar esto”. Y él dijo: “Lo haré, cariño”, se bebió el vodka, entró y lo hizo de manera impresionante, demostró su habilidad al máximo.
Freddie se apoyó contra la mesa de mezclas y… ofreció una de las actuaciones más extraordinarias de su vida.
En la mezcla final de “The Show Must Go On”, cuando llegas a “On with the show”, estás escuchando a un hombre que conquistó todo para ofrecer su mejor trabajo".