Los cálculos renales, también llamados nefrolitiasis o urolitiasis, son más comunes de lo que imaginas:

Hola, soy urólogo y quiero contarte algo que pocas personas saben: los cálculos en el riñón no duelen.

Y ese es precisamente el problema.

Durante meses o incluso años pueden crecer en silencio, sin dar señales, hasta que un día se desplazan y bloquean el flujo de orina. Es entonces cuando el dolor aparece de forma brutal, como una punzada que te deja sin aliento, un dolor que muchos describen como uno de los peores que se pueden sentir.

Los cálculos renales, también llamados nefrolitiasis o urolitiasis, son más comunes de lo que imaginas: afectan aproximadamente a 1 de cada 5 hombres y 1 de cada 10 mujeres antes de los 70 años.

Afortunadamente, hoy contamos con tratamientos eficaces y, lo más importante, con estrategias para prevenir que vuelvan a aparecer.

¿Cómo se forman?

Cuando en la orina hay altos niveles de calcio, oxalato, ácido úrico o cistina, estas sustancias comienzan a cristalizar.

Si además bebes poca agua, la orina se concentra, los cristales se agrupan y poco a poco forman una piedra que puede quedarse en el riñón durante años sin causar síntomas… hasta que se mueve.

Factores que aumentan el riesgo:

-No beber suficiente líquido

-Dieta alta en proteína animal, sodio o azúcares

-Consumo frecuente de espinacas o suplementos de calcio

-Obesidad, diabetes, gota, o antecedentes familiares de cálculos

-Enfermedades intestinales o cirugías digestivas

Cuando duele?

El dolor aparece cuando el cálculo se desplaza y bloquea el flujo de orina.

Se siente en el flanco o la parte baja del abdomen, y puede irradiarse hacia la ingle. A veces viene en oleadas, otras es constante y desgarrador. Puede acompañarse de náuseas, vómitos, sangre en la orina o necesidad urgente de orinar.

En ocasiones, las personas expulsan pequeños fragmentos o “grava”, señal de que el cuerpo está intentando eliminar la piedra por sí solo. Sin embargo, los cálculos grandes requieren intervención médica, ya sea con tratamientos que los disuelvan o procedimientos mínimamente invasivos para extraerlos.

La clave está en prevenir

Beber suficiente agua, mantener una dieta balanceada y controlar enfermedades como la diabetes o la obesidad puede marcar la diferencia.

Y recuerda: el hecho de que no duela no significa que no esté ahí.

Así que si has tenido cálculos alguna vez o sospechas de uno, hazte un chequeo. Detectarlos a tiempo puede evitarte una crisis dolorosa… y proteger tus riñones para toda la vida.


Recordatorio esencial: La información presentada tiene carácter académico y educativo. No constituye consulta médica, ni debe ser utilizada para autotratarse. Si tienes molestias o preocupaciones, consulta a tu médico de confianza.

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Uy, ya te respondi pero salio en el tema de la vejiga. repetire…

Yo sufria mucho de los riniones antes porque no tomaba agua.

Ahora me he vuelto aguaholica… pero como mucha espinaca

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