" FRANKENSTEIN"
En 1816 la joven Mary Shelley, de sólo diecinueve años, escribió “Frankenstein”
o “El nuevo Prometeo”, obra cumbre del terror gótico.
La novela narra la historia de un científico suizo, el doctor Víctor Frankenstein que, tras asistir a las lecciones de un profesor de Baviera que difunde los últimos avances de la ciencia, decide que él irá todavía más lejos. “Abriré un nuevo camino, exploraré poderes desconocidos y develaré al mundo los misterios más profundos de la creación”, proclama.
Frankenstein se pone a estudiar febrilmente la anatomía animal y los procesos de regeneración y metabolismo hasta que un día recibe una iluminación, y descubre “la causa de la generación y la vida”; y se persuade de que era “capaz de infundir vida sobre un cuerpo inanimado”.
Durante casi dos años el científico practica misteriosos experimentos en una buhardilla que usa como laboratorio.
Con distintas partes de cadáveres que recoge en las salas de disección y de animales que encuentra en mataderos forma un cuerpo humano de gran envergadura (2,40 metros de altura).
Usando una pila, como la inventada por Alessandro Volta hacia 1800, le aplica impulsos eléctricos para intentar dotarlo de vida.
Finalmente una lluviosa noche de noviembre, a la tenue luz de una candela, el doctor Frankenstein ve como su monstruo abre un ojo y empieza a respirar.
Se marcha horrorizado y cuando vuelve, la Criatura –tal es el nombre con que designa a su creación– ha desaparecido.
A partir de aquí se desarrolla una intriga novelesca en la que el nuevo ser experimenta la soledad y la hostilidad de los hombres, mata sin querer a un niño y desafía a su creador.
En el mundo real, tras el fallecimiento de la autora, fueron revisadas sus pertenencias y se halló, envuelto en seda, el corazón de quien resultase su esposo y mentor, el poeta Percy B. Shelley.
Tal vez Mary lo conservó con la esperanza de que, algún día, un doctor Víctor Frankenstein de carne y hueso le devolviera su latido.
((La realidad siempre supera a la ficción))