No busca venganza, dice, sino respeto. Y quizás, sentar un precedente.

🚨DIJO ‘NO’ A CEDER SU ASIENTO A UN NIÑO Y SU VIDA SE DESMORONÓ.

La cámara de un teléfono se sostenía en alto, apuntándole directamente.

El objetivo era Jeniffer Castro, sentada en el asiento 22F de un vuelo de GOL Linhas Aéreas. Un asiento junto a la ventana por el que había pagado extra.

El momento se sentía eterno.

Una madre le exigía que se moviera para que su hijo, que lloraba, pudiera sentarse allí. El personal de vuelo, según relató Jeniffer, también la presionaba para que cediera.

Pero ella pensó: “¿Por qué tengo que ceder lo que pagué y esperaba disfrutar, solo porque otra persona no se organizó?”.

Así que, con calma, dijo: “Lo siento, prefiero permanecer en mi sitio”.

Y entonces, el infierno se desató.

No fue la madre quien la grabó. “Lo que me sorprendió fue que una persona ajena a la situación empezara a grabarme, a insultarme y a intentar avergonzarme públicamente”, señaló Jeniffer.

El video de esa negativa, en diciembre de 2024, se viralizó en cuestión de horas.

Jeniffer Castro, una empleada bancaria de 29 años, fue juzgada como si hubiera cometido un acto cruel. “Qué insensible”, “No tiene corazón”. Recibió una avalancha de mensajes ofensivos y amenazas.

“Mi vida dio un giro que jamás imaginé”, declaró.

El giro fue brutal. En medio de la controversia, Jeniffer perdió su trabajo en el banco. “En el punto álgido de las repercusiones, prácticamente no salía de casa”.

“Fui objeto de juicios, ataques y especulaciones de personas que ni siquiera conocen la historia completa”.

Irónicamente, ese mismo incidente la catapultó de 700 seguidores en Instagram a más de 2 millones, convirtiéndola en influencer de la noche a la mañana.

Pero seis meses después, decidió actuar.

Castro demandó al pasajero que la grabó por difamación y uso indebido de imagen, y también a la aerolínea GOL por omisión y falta de protección.

“Lo que debería haber sido un vuelo normal se convirtió en una situación extremadamente vergonzosa, exponiéndome injustamente y con consecuencias que afectaron tanto mi vida personal como profesional”.

No busca venganza, dice, sino respeto. Y quizás, sentar un precedente.

“Negarse también es válido. No todo lo que se pide con lágrimas debe concederse. Hay límites y yo decidí marcar el mío”.

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:+1: Razonable observación.

:waving_hand::waving_hand::waving_hand: @Lilly

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Estaba en todo su derecho, pago extra por el lugar

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No tenia que cederlo, por que habia pagado extra, solo si le ofreciaran algun descuento las azafatas

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La desubicada de la madre del nene debio pagar por ventanilla

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