Era el 19 de octubre de 1993 y Puerto Rico simplemente tembló. ¿La razón? Thalía llegó del brazo de Ricky Martin a la entrega de los Premios TVyNovelas Edición Puerto Rico… y con eso bastó para que la temperatura subiera más que en agosto con huracán.
Ella, con ese brillo de reina recién coronada, y él, derrochando galanura con sonrisa de “sí, soy yo”… El par era tan fotogénico que parecía sacado de una portada de novela.
La ceremonia, transmitida el 29 de octubre por el Canal 4 de WAPA Televisión, se celebró en el Palacio de Bellas Artes de San Juan, pero el verdadero arte era verlos juntos. El chisme explotó de inmediato: ¿¿Hay romance o no hay romance?? Los flashes casi se funden buscando esa mirada comprometedora… y Ricky no tardó en ponerle sabor al asunto:
“No, sólo somos amigos. Mira, lo que pasa es que ella nunca había ido a la isla, y yo, como buen puertorriqueño, tenía que dar ejemplo de nuestra hospitalidad. Digo, es lo menos que puedo hacer, después de lo que México ha hecho por mí. Pasamos ratos padrísimos, fuimos a cenar, paseamos por el Viejo San Juán y hasta visitamos el ‘Hard Rock Café’. Ella estaba hermosísima, parecía una princesita de cuento de hadas. Es super alegre y muy graciosa, además de sensualota. Sus ojos; te mira de una manera que no le puedes decir que no a nada. Luego su boca, super sensual, y para rematar… ¡sus pompis! ¡Bendito Dios me agarre confesao’!”
Decía Ricky, aclarando que solo eran amigos, pero la describió como si le estuviera rezando a una diosa de carne y hueso… con pompis celestiales incluidas. 
La noche estuvo repleta de estrellas: Chayanne, Yuri, José José, Luis Enrique, Ednita Nazario, Raymond Arrieta… pero el centro de atención fueron ellos dos. 
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Rafi Claudio, Extracto de entrevista de Joe Bonilla, Revista TvyNovelas, Año XVI, Núm 2, 1994
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