La cucaracha
Les voy a narrar una breve historia real de cuando el militar que se las tronaba el general Victoriano Huerta, el militar que protagonizó la decena trágica y quien desató la ira de Villa y otros revolucionarios que continuaron la revuelta que llevó a redactar una nueva carta magna.
Esto sucedió cuando Huerta trató de comprar a Francisco Villa.
Resulta que en Abril de 1913 cuando las fuerzas Villistas entraron a San Andrés de la Sierra Chihuahua,listos para enfrentarse a las fuerzas federales de Huerta,Chema Arambula uno de los Dorados de Villa sorprendió el teléfono que conectaba a San Andres con el cuartel general de las fuerzas federales en Chihuahua y pidió una conferencia entre el Gral Villa y Antonio Rábago,que era un comandante militar huertista.
La conversación se desarrolló de manera cordial hasta que Rábago empezó a llamar "honorario"al Gral Villa,con ese termino tajante y burlón llamaban los federales a las fuerzas irregulares revolucionarias en 1912,a continuación les comparto dicha conversación:
"Hola mi Gral Rábago,aquí me tiene usted a sus ordenes,se que anda gestionando mi extradición a los EU
!!Aqui me tiene para que vengan por mi y no se molesten en trámites!!"
"No mi honorario Villa,esta ud en un error,el Sr Presidente de la República no le tiene a usted tan mala voluntad,sino que le recuerda con simpatía.
Tanto que me ha autorizado para que le proponga a usted reconocerle el grado de General de División y regalarle cien mil pesos para que se retire a la vida privada"
El Gral Rábago pretendió seguir su discurso,pero fue interrumpido con una sonora carcajada del caudillo duranguense,quien luego le contestó encolerizado y con los ojos relampagueantes…
Dígale al mariguano Huerta que seré feliz conque mi grado me lo reconozca mi pueblo,y en cuanto a los cien mil pesos,que se los beba de aguardiente!!
Meses después el General Villa al lado de su célebre y “honoraria” Division del Norte y al grito de “Viva Madero” habría de pulverizar a Rábago y las fuerzas federales para derrocar del poder a Huerta.
Inclusive la canción de La cucaracha no era para una soldadera, como algunos autores suponen, la Adelita, la Valentina, Marieta, etc., si no que se trataba del mismísimo VICTORIANO HUERTA, ya que en algunas fotos oficiales, cuando no traía uniforme militar, y usaba frac, parecía una cucaracha a decir de los cantores, que le recordaba también sus hábitos de borracho y marihuano:
“La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar, porque no tiene, porque le falta, marihuana pa’ quemar. Pobrecito de madero, casi todos le han fallado. Huerta el ebrio bandolero, es un buey para el arado"
Se sabe que por lo regular siempre usaba lentes oscuros, tal vez para ocultar sus ojos enrojecidos por su vicio, de ahí el adagio de “lente oscuro, marihuano seguro”
Tomado de la red