1.Eres selectivo con tu círculo cercano de personas.
Sabes que la gente con la que te asocias influye en tu mentalidad y desempeño.
Por eso prefieres estar cerca de personas que te inspiran e impulsan a ser mejor
y te alejas de las personas tóxicas que no aportan nada positivo a tu vida.
2. Te cuidas.
Tienes hábitos y una rutina diaria de amor propio,
todos los días haces algo por ti, desde cuidar tu alimentación,
skin care, ejercicio, ordenar tu espacio etc.
3. Amas tu cuerpo.
Te ves en el espejo sin pena y sabes contemplar el reflejo,
aceptas tus defectos y tus cualidades, porque aprendiste
a quererte con ellos.
4.- Reconoces tus logros y te premias por ellos.
Sabes apreciarte y te felicitas por tus logros o tu buen desempeño,
reconoces cada cosa buena o cada paso adelante que das.
5. No te comparas con nadie.
Sabes que eres única y que tu poder es que no hay dos como tu,
tienes el autoestima alta y no necesitas compararte con nadie más,
así como también no mides tu éxito contrastandolo con el de los demás.
6. Te valoras.
Sabes lo que vales y lo que mereces y no aceptas menos,
este punto claro con humildad, y apreciando siempre lo que otros
pueden hacer o hacen por ti si sientes que viene del corazón,
rechazarlo ahora si te convertiría en egoísta o creída.
No permites que nadie te haga sentir menos o que te diga
que no puedes lograr algo.
7. No te dejas guiar por el que dirán.
Eres auténtico y haces todo a como tu crees que es correcto,
ya no te preocupa lo que la gente piense. Sabes que agradarle
a todo el mundo es imposible, así que actúas según tu criterio y valores.
8. Crees en ti mismo.
Tienes confianza en tus capacidades, en tu criterio,
sabes que puedes lograr cualquier cosa que te propongas.
9. Pones tu paz en primer lugar ante todo.
No permites que nada ni nadie te robe tu tranquilidad,
pues sabes que nada vale mas que tu paz mental.
10. Aceptas que no eres perfecto.
No te da miedo cometer errores, pues sabes que tienes la capacidad
de aprender de ellos y aceptas que no eres perfecto.
