ABRAZADO
como niño,
como tu hijito amado.
Perdido en la ternura de tu abrazo, dejándome sanar en ese instante cada herida de desamor, cada frustración y herida de abandono.
Porque Tú Madre, no rechazas ni abandonas, más buscas y sales al encuentro.
Que en este descanso de tu abrazo, mi corazón se renueve y toda mi vida se inunde de paz.
Así descanso en Ti,
soñando un nuevo comienzo de tu mano, y abrazado a tus consuelos.