Chito y Poncho, la historia de amistad que le dio la vuelta al mundo.

Chito y Poncho, la historia de amistad que le dio la vuelta al mundo.

La historia de Chito y Pocho es amistad pura. Hace 20 años encontró al cocodrilo moribundo en el río Parismina, en la zona del Caribe, después que un ganadero le hubiera disparado por comerse a sus terneros en la orilla.

El pescador, que entonces tenía 34 años, lo subió a su lancha y lo llevó a su casa para aprovechar su cuero, pero al pasar los días sin que el animal muriera decidió curarlo y alimentarlo.

“Yo le daba de comer pollos. Al principio estaba todo feo, flaco y desnutrido y después ya se puso gordito. Lo iba a ver todas las noches, y una vez se me quedó viendo como invitándome a entrar al agua con él, entonces me metí a nadar”, narra Chito.

De hecho, Chito era la única persona que nadaba con Pocho. Todos los domingos por la tarde hacían un espectáculo para los turistas y personas incrédulas, que llegaban desde todo Costa Rica para comprobar si la destreza de este ‘Tarzán Tico’, nombre artístico de Chito, era real o un truco.

El cocodrilo murió hace 10 años, pero la historia de lealtad entre un humano y un cocodrilo aún es de estudio por biólogos, La pregunta que se hacen es: ¿Tienen sentimientos los cocodrilos? Desde luego, la lealtad es un concepto que el lagarto había aprendido. De lo contrario, no habría reconocido a Chito cada día.

Fotos: archivo La Nación.