Cómo cultivar jengibre en casa para tener un suministro inagotable (y hacerlo florecer)
- Seleccionar el Jengibre Adecuado:
Elige un rizoma de jengibre firme y voluminoso con ojos bien desarrollados. Evita rizomas arrugados o mohosos.
- Preparar el Rizoma:
Remoja el rizoma en agua tibia durante la noche para hidratarlo. Córtalo en secciones, asegurándote de que cada sección tenga uno o dos ojos.
- Elegir un Contenedor:
Utiliza un contenedor ancho y poco profundo con agujeros de drenaje. Llena el contenedor con una mezcla para macetas que drene bien y sea rica en materia orgánica.
- Plantación y Riego:
Entierra las secciones del rizoma justo debajo de la superficie del suelo con los ojos hacia arriba. Riega bien después de plantar y mantén el suelo húmedo pero no encharcado.
- Proporcionar Condiciones Ideales:
Mantén una temperatura de 24-29°C y alta humedad. Considera usar una bandeja de humedad para aumentar los niveles de humedad.
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Riego: Mantén el suelo constantemente húmedo, regando regularmente.
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Fomentar la
Floración: Proporciona abundante luz solar, calor y humedad. Evita perturbaciones innecesarias a la planta.
- Cosecha y Disfrute:
Cosecha los rizomas según sea necesario después de 8-10 meses. Almacena el jengibre excedente en un lugar fresco y seco para uso futuro.
Conclusión: Cultivar jengibre en casa es un proceso simple y gratificante, que ofrece un suministro continuo de rizomas frescos y la posibilidad de hermosas flores. Sigue estos pasos para disfrutar de la satisfacción de lo casero durante años.