El geronticidio en Cerdeña era una costumbre cultural de origen fenicio y púnico, que consistía en arrojar a los ancianos de más de setenta años desde un acantilado. Existen dos teorías sobre las razones de este ritual: una sugiere que se hacía en honor al dios Cronos; la otra, que era para librarse de quienes eran considerados una carga para la sociedad.
A pesar de la brutalidad del acto, los familiares no eran indiferentes al sufrimiento de sus parientes. Les daban una hierba anestésica que les paralizaba el rostro, creando una “sonrisa oscura”. Esta expresión inspiró las máscaras conocidas en el folclore sardo como “Riso Sardonico”.