El silencio donde todo se gesta…
Hoy no hay milagros visibles, ni celebraciones. Solo hay silencio.
El cuerpo descansa. El alma espera.
Este es el día donde parece que no pasa nada… pero en realidad, todo se está gestando.
El Sábado Santo es ese momento de nuestra vida donde ya soltamos lo viejo, pero lo nuevo aún no llegó.
Es ese espacio incómodo, incierto, infértil. Una pausa que nos invita a no apurarnos, a confiar en lo invisible, a entregarnos al misterio.
No todo lo que transforma hace ruido.
A veces, lo más profundo sucede en la oscuridad, en el silencio, en lo interno.
Este día nos enseña que la resurrección no se fuerza; se espera, se permite, se honra.
Hoy la acción sugerida es descansar. Escuchar. Escucharnos. Soltar el control.
Preguntas para hacernos este día:
• ¿Qué parte de mí ya murió y necesita ser despedida con amor?