EN LA PENUMBRA, LA LUZ VERDADERA
En medio del silencio y la oscuridad, donde el mundo guarda sus ruidos y las almas se recogen,
una luz resplandece con poder sereno: Jesús Sacramentado.
No es solo una vela,
ni un símbolo piadoso.
Es Él, el mismo que dio la vida por ti, que venció toda tiniebla y hoy te espera en el altar.
Su luz no deslumbra, transforma. Su presencia no impone, abraza.
En la penumbra del templo, una luz brilla más que mil soles: es Jesús Sacramentado,
esperando tocar tu corazón. Arrodíllate, contempla y deja que su amor inunde cada rincón de tu alma.
Amén