Es un simple truco agrícola, piedra cuidadosamente colocada sobre una sandía.

En algunas partes de China, puede notar una vista extraña: una piedra cuidadosamente colocada sobre una sandía. Esto no es para evitar que se ruede o para protegerlo de las manos entrometidas, sino para un secreto más profundo relacionado con su dulzura.

Durante el día, la piedra absorbe el calor del sol, protegiendo la sandía de su calor abrasador. Al caer la noche, la piedra libera gradualmente ese calor, creando un contraste térmico que estimula el proceso de maduración de la fruta, haciéndola más dulce. Es un simple truco agrícola, pero lleva una profunda comprensión de la naturaleza y sus efectos en los cultivos.