GRACIAS JESÚS, PORQUE EN CADA MOMENTO DE MI VIDA, ALLÍ HAS ESTADO TÚ
Gracias, Sr Jesús,
porque aun cuando yo no te buscaba, Tú ya me estabas mirando con amor. En los días felices y en las lágrimas más amargas,
Tú estabas allí, sosteniéndome en silencio.
Gracias por cada vez que me perdonaste,
por cada vez que me hablaste al corazón, incluso cuando yo no quería escucharte.
No me dejaste caer sin ofrecerme tu mano.
Gracias por enseñarme que nunca estoy solo,
porque tu presencia me acompaña en cada paso.
En los logros, en las pérdidas, en las decisiones, en las dudas… allí has estado Tú.
Hoy quiero decirte con todo el corazón: ¡Gracias, Jesús!
Porque solo con tu amor he podido seguir adelante.
Y con tu amor, seguiré.
Amen amén
amén