¡HOLA! SOY EL DIENTE DE LEÓN! O como muchos me llaman “mala hierba”, ¡pero en realidad soy un gran aliado!
Estoy aquí para ayudarte… ¡y también a la Tierra!
¿Por qué aparezco en tu jardín?
Porque el suelo me necesita… y yo sé exactamente cómo ayudar:
El suelo está muy compacto: Mis raíces lo aflojan.
Falta calcio: Al descomponerme, ¡lo aporto!
¿Demasiado ácido? Lo equilibro poco a poco.
A veces… ¡es todo esto junto!
Déjame estar. ¡Estoy trabajando!
Cuando el suelo mejore…
¡me iré solita! Lo prometo.
¿Intentas arrancarme?
¡Volveré más fuerte!
Eso solo significa que el suelo todavía me necesita.
¿Quieres saber si ya terminé mi trabajo? Mira mis hojas:
Si están planas: Aún estoy ocupada.
Si se levantan: ¡Ya casi termino!
Un regalo para la naturaleza
Soy de las primeras flores en primavera. ¡Anuncio el calorcito!
Abro mis flores con el sol, y las cierro si hace frío.
Soy el primer alimento para las abejas y otros insectos: les doy polen y néctar cuando más lo necesitan.
Un tesoro para ti también
¡Mis flores son comestibles y dulces!
Antes me llamaban “la miel de los pobres”.
Hay montones de recetas conmigo en internet. ¡Descúbrelas!
¡DÉJAME VIVIR UN POQUITO MÁS!
Córtame solo a finales de mayo.
¡Y deja algunos dientes de león!
La biodiversidad y las abejas te lo agradecerán.
¡AH! Y NO OLVIDES PEDIR UN DESEO…
Cuando mis flores se vuelvan pelusas blancas…
¡Sopla fuerte y pide un deseo!
Tal vez… lo haga realidad.
