HOY SENTÍ A DIOS
Hoy vi a Dios, sí, hoy lo vi,
entró por la ventana en forma de amanecer,
lo vi, en el pan del desayuno,
en las arreboladas mejillas de mi hijo que,
con su pelo despeinado, me saluda con ternura.
Lo vi, en la flor y fruto de un árbol,
en el lienzo azul del cielo,
en el canto blanco de una paloma
y en la crisálida que cuelga del jazmín.
Hoy vi a Dios, sí, hoy lo vi,
en las alas de las golondrinas,
que laboriosas, tejen su nido,
lo vi, en la pujante margarita,
que lucha por crecer
en el duro concreto de una calle.
En la paciencia del crepúsculo,
que antecede a la noche para darle paso a la luna,
en el eco de la lluvia que riega la siembra al campesino.
En la fe de la madre, que ruega por sus hijos
y, en el credo y rezo de la anciana que,
con sus ajadas manos generosas
da una moneda al mendigo.
Hoy vi a Dios, sí, hoy lo vi,
en cada bendición que pasa desapercibida
de los ojos del humano,
porque Dios no es hombre para verle,
Dios es espíritu para sentirlo,
y no está lejos de cada uno de nosotros,
tan solo está a una oración de nuestra fe.
Hoy sentí a Dios,
lo sentí en el abrazo fuerte de una amiga
y en cada latido de este corazón
que me sigue dando vida.
©Alas de Mariposa
EE.UU march-26-2024
Poema incluido en el libro A CORAZÓN ABIERTO
de Mina Ordaz/Alas de Mariposa