Víctima de la moda
Aunque la vaca marina de Steller no era el objetivo principal, lo que selló su destino fue el descubrimiento por parte de comerciantes de pieles rusos de un gran número de nutrias marinas que vivían alrededor de las islas, dispersas desde Japón, a través del actual mar de Bering, hasta Norteamérica.
Una extinción sumamente triste que nos dejó sin una de las especies más mansas y hermosas del mundo.
