“LA PEQUEÑA LUZ DE FLOR”
Luz de flor creció un hogar modesto, la niña mostraba un gran carisma y afecto por todo, fue creciendo en una vida común y mostraba, una energía y paz inusual, cerca de su casa existía un jardín un tanto extraño, ya que de noche sus flores se iluminaban.
La niña pensó que eso era mágico y muy atrayente, curiosa se acercó, había una reja que le impedía el paso, iba a regresarse cuando, sonó el chirrido de la reja al abrirse, ante sus ojos surgía una magia llena de belleza y misticismo.
Cada flor o planta al tocarla cobraban vida, en lo alto, una luna brillante y grande, hacía más increíble el momento, al ir avanzando vió que en el centro estaba una enrramada muy alta y llena de todo tipo de flores existentes, al tocarlas estás se abrieron, pero al entrar, la encerraron y no dejaban salir.
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¡¡ Déjame salir!! Gritaba la niña
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No, nunca saldrás, eres nuestra decían las diferentes plantas y flores
Entonces la luminosidad se volvió oscuridad y el jardín mostró su verdadera cara, al tiempo que le enseñaba a los niños que habían caído en sus encantos y ya eran solo cuerpos de hierbas y ramas.
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Ese será tu destino, pero tú eres distinta, así qué tú rostro será siempre luminoso como el sol
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¡¡ No, no quiero, deseo regresar a casa !!
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Eso lo hubieras pensado antes de cruzar la reja, niña tonta y confiada, ¿Qué tus padres nunca te dijeron que jamás debes entrar a lugares qué no conozcas?
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Sí, pero pensé que era un jardín bueno y justo, me tendieron una trampa
Involuntariamente, Luz de Flor, fue absorbida y convertida en una niña llena de plantas doradas, extrañamente la negrura no podía tocarla, como a las otras y no entendian porqué, hasta que la madre naturaleza dijo:
- La pequeña no será nunca mala, su corazón noble la protegerá de esos entes malignos que deseen acabarla
En respuesta salieron de más atrás unos seres oscuros que deseaban tocar a Luz de Flor, más al intentarlo morían quemados, entonces fué una batalla de mucho tiempo entre el bien y el mal, hasta que la madre natura, protegió a la niña y un aro de luz descendió sobre ella, quedando cubierta de polvo dorado.
Y así, la pequeña, estaría en el jardín por siempre envuelta en una hermosa cantidad de flores y ramas de todo su cuerpo y cuando alguien pasará del otro lado, ya no tuviera miedo y viera siempre ese bello rostro de la niña Luz de Flor.
DERECHOS RESERVADOS DEL ESCRITO
HÉCTOR NILA DORANTES
LA IMÁGEN ES DE INTERNET
MÉXICO A 26 DE MAYO DEL 2023