Aunque llevaban mucho tiempo extintos en el continente australiano cuando llegaron los colonos europeos, los lobos marsupiales sobrevivieron hasta la década de 1830 en Tasmania. En tiempos de la primera colonia europea, la zona de población más densa de los lobos marsupiales era el norte de la isla.[32] Desde los primeros días de colonización europea, los lobos marsupiales eran poco comunes, pero poco a poco se los empezó a culpar de numerosos ataques a ovejas; esto llevó a ofrecer recompensas en un intento de controlar su número. Una compañía, la Van Diemen’s Land Company, ofreció recompensas por matar lobos marsupiales desde 1830, y entre 1888 y 1909 el gobierno de Tasmania pagó una libra esterlina por cabeza (10 chelines por los cachorros). En total se pagaron 2184 recompensas, pero se cree que se mataron muchos más lobos marsupiales de los que se reclamaron.[24] Su extinción suele atribuirse a estos esfuerzos constantes de los granjeros y cazadores de recompensas.[24] Aun así, es probable que múltiples factores contribuyeran a su declive y su extinción definitiva, incluyendo la competencia con perros salvajes (introducidos por los colonos),[45] la erosión de su hábitat, la extinción de especies que eran sus presas, y una enfermedad parecida al moquillo que afectaba a muchos ejemplares en cautiverio en aquellos tiempos.[21][46]
En cuanto a la competencia con los zorros como uno de los factores implicados en la extinción, cabe destacar que estos animales fueron introducidos por vez primera en 1864 y de nuevo en 2000;[47] su posible presencia en estado silvestre en Tasmania es muy seriamente tenida en cuenta, aun con los mínimos indicios de la misma.[48][49] Claro que la Fox Free Tasmanian Taskforce, asociación implicada en la búsqueda de tilacinos y en la erradicación de los zorros, recibe financiación del gobierno y no realiza ya esfuerzos en la búsqueda del lobo marsupial. De este modo, se sugiere que la dificultad de encontrar zorros en las regiones salvajes de Tasmania parece indicar que hay alguna posibilidad de que el lobo marsupial haya sobrevivido lejos del contacto con los humanos.[47]
Fuera por el motivo que fuese, el animal ya era extremamente raro en estado salvaje a finales de los años veinte. Hubo varios intentos de salvar la especie de la extinción. Los registros del comité de gestión de Wilsons Promontory de 1908 recomendaban la reintroducción de lobos marsupiales en diferentes lugares adecuados de Victoria. En 1928, el comité de consejo de la fauna nativa de Tasmania recomendó proteger a todos los lobos marsupiales que quedaban, en zonas como por ejemplo los ríos Arthur y Pieman, al oeste de Tasmania.[50]
El último lobo marsupial salvaje conocido fue abatido en 1930 por un granjero denominado Wilf Batty en Mawbanna, al nordeste de Tasmania. El animal (supuestamente un macho) había sido visto cerca de los gallineros de Batty desde hacía algunas semanas.[51]