LA VIEJITA JUBILADA
Por el bosque caminaba una mujer jubilada llamada Alicia, cuando escuchó una débil voz a sus pies…
Se agachó y descubrió que quien le hablaba era un sapito que le dijo: "Soy un príncipe hermoso, erótico y sensual, diestro en todos los placeres de la carne y el amor.
El rey malo, envidioso de mis encantos, me convirtió en sapo, pero si me das un beso volveré a ser bello.
Entonces te daré todos los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento puede producir”.
Sin decir nada, Alicia levantó al sapito, se lo echó al bolsillo y siguió muy campante su camino…
Desconcertado, el sapito asomó la cabeza y le preguntó: “¿Qué?.. ¿No me vas a besar?..”
“¡¡Por supuesto que no!!” respondió la anciana …
"A mi edad es mucho más divertido tener un sapo que habla, que un viejo loco, insaciable y maniático sexual, que venga a trastocar mi Feliz Soledad y quitarme toda mi pensión.