Adicción
Las truchas fueron expuestas a la metanfetamina en amplios tanques de agua por más de ocho semanas y luego fueron colocadas en tanques sin concentración de drogas por 10 semanas, donde pasaron por un período de “abstinencia”.
Durante todo este proceso, los investigadores midieron las preferencias de los peces por agua fresca o agua con metanfetaminas, y compararon estos comportamientos con las respuestas de peces que nunca fueron expuestos a la droga.
Sus hallazgos fueron interesantes .
Los peces expuestos a la metanfetamina prefirieron el agua que contenía la droga, una preferencia que no mostraron sus pares que nunca habían estado en contacto con esa sustancia.
Motivos de preocupación
¿Por qué debemos preocuparnos de truchas volviéndose adictas a las drogas? Hay varias razones.
Si las truchas están “disfrutando” las drogas, como sugiere este estudio, pueden inclinarse por nadar cerca de cañerías donde estas aguas residuales llegan a ríos o mares.
Los peces son capaces de comportarse de formas similares a lo que hemos visto en humanos que sufren de adicción, lo sabemos no sólo por esta investigación sino por varios trabajos académicos anteriores.
Una de las características de la adicción a las drogas es la pérdida de interés en otras actividades, incluso en aquellas que usualmente son muy motivadoras como comer o reproducirse. Es posible que los peces comiencen a cambiar su comportamiento natural, causando problemas en su alimentación, su reproducción y, por último, su supervivencia .
Ellos pueden, por ejemplo, ser menos capaces de evadir depredadores .
La exposición a las drogas no solo afectó a los peces sino también a sus crías. En los peces, la adicción puede ser heredada por varias generaciones. Esto puede tener consecuencias duraderas en los ecosistemas, incluso si solucionamos el problema en la actualidad.
Este no es el primer estudio en hallar rastros de drogas ilícitas en la vida silvestre. En 2019, científicos en Reino Unido informaron de la presencia de cocaína en camarones de agua dulce en los 15 ríos donde ellos tomaron muestras. Curiosamente, detectaron más seguido rastros drogas ilegales que algunos productos farmacéuticos comunes.
Peces cultivados cerca de plantas de tratamiento de aguas cambiaron de sexo de masculino a femenino en semanas debido a la exposición de químicos que alteran las hormonas encontrados en píldoras anticonceptivas.
Recientes estudios muestran que antidepresivos pueden causar una amplia gama de cambios en el comportamiento de organismos acuáticos, desde agresión, atracción por la luz hasta un descaro poco habitual.