La araña errante brasileña (Phoneutria nigriventer) es considerada una de las más peligrosas del planeta. Su veneno, capaz de causar dolor intenso, taquicardia e incluso la muerte, contiene además un componente que ha desconcertado a los científicos: provoca erecciones prolongadas en los hombres, a veces de hasta cuatro horas.
Este curioso —y riesgoso— efecto secundario se debe a una toxina que afecta la circulación sanguínea, generando una vasodilatación extrema.
Lejos de ser solo una rareza biológica, este hallazgo ha despertado el interés médico: investigadores estudian el veneno en busca de tratamientos para la disfunción eréctil.
Una prueba más de que en la naturaleza, incluso lo más letal, puede esconder un potencial inesperado.