He aprendido de la vida que a veces, los tiempos más oscuros nos pueden llevar a los lugares más brillantes.
Que nuestras luchas más dolorosas puedan otorgarnos el crecimiento más necesario; y que las más desgarradoras pérdidas de amistad y amor puedan hacer espacio para las personas más maravillosas.
He aprendido que lo que parece una maldición en este momento en realidad puede ser una bendición, y que lo que parece el final del camino es en realidad sólo el descubrimiento de que estamos destinados a recorrer un camino diferente.
He aprendido que no importa lo difíciles que parezcan las cosas, siempre hay esperanza.
Y he aprendido que no importa lo impotentes que nos sintamos o lo horribles que parezcan las cosas, no podemos rendirnos.
Tenemos que seguir adelante.
Incluso cuando da miedo, incluso cuando toda nuestra fuerza parece desaparecida, tenemos que seguir levantándonos y avanzando, porque sea lo que sea que estemos luchando en el momento, pasará, y lo superaremos.
Hemos llegado hasta aquí.
Podemos superar lo que venga después…