¿Ud. conoce mi país?
Cómo le puedo decir…es como el jamón del medio entre dos enormes paises Brasil y Argentina.
Es el país en el que hay más parrillas para hacer asados que habitantes a pesar que se usen poco.
Es el país donde la rambla es un culto para tomar mate, ver pasar chicas y chicos.Pais que tiene el carnaval más largo del mundo y que impuso el chivito al plato sin ser carne de chivito.
El país donde religiosamente, por lo menos en mi infancia, el menú semanal de las familias era un estricto orden gastronómico: los lunes puchero …y qué pucheros!!!; Los martes, croquetas con la carne del puchero que había sobrado o ropa vieja, jueves la primera aproximación a la pasta, generalmente mostacholes, moñitas, tirabuzones con manteca y queso; los viernes, pastel de papa con salsa blanca bien doradita por arriba; los sábados las infaltables milanesas de la vieja con puré, y los domingos, ya tempranito de mañana se sentía el freír de las cebollas, el aroma a los tomates frescos…, el tuco para los ravioles, ñoquis o tallarines caseros o si había festejo mi padre hacía el asado bien doradito como nos gusta a nosotros.
El país que en cinco horas de viaje en auto llega a la frontera con Brasil, Chuy donde uno gasta más de nafta que la diferencia de los precios, pero qué placer el tarro de mayonesa de quilo, los garotos, las remeras Hering, todo esto acompañado de las mayores exclamaciones: ‘Es increíble lo barato que está todo…si convendrá venir!!’ Eso le decía mi madre al viejo que con cara de pocos amigos soportaba estoico sentado en su viejo Ford Prefect la interminable recorrida de cuanto comercio había en la zona.
‘‘Qué barato, viejo, lleva dos juegos!’
Los juegos de toallas comprados sin precisar y que hoy duermen muy arriba de un placard con ya visibles marcas de óxido, pero, como dicen las mujeres,‘Será para cuando se case mi hijo…, o mis nietos.’
El país del “marsellés” bien calentito con manteca que comíamos con la leche de la tarde y con la mermelada casera de duraznos, que se hacía según la vieja, con los duraznos que se estaban poniendo “feos”.
El país de las galletitas María con dulce de leche, del flan casero, de las tortas fritas los días de lluvia, de los croissants, de los pan con grasas, de las milanesas en dos panes, del martín fierro con dulce de membrillo casi negro comprado en la feria y con el queso Colonia que mi viejo elegía cuidadosamente por los agujeros y del postre chajá que venía de Paysandú.
El país de las tortugas con salame o mortadela en los intervalos de las interminables matinés del cine Stella, de la pizza y el fainá y del colet en botellita con un yo-yo de Conaprole; de las latas de galletitas con un vidrio en el frente que el almacenero agarraba un puñado con las manos y la envolvía en un papel de astraza. El azúcar en pancitos Rausa, los chocolatines Aguila en barritas, los chicles Plop, la llegada de los refrescos: Crush y Fagar con sus diferentes sabores.
Un país donde la madre o la abuela nos hacía la ropa en la Singer y los buzos y medias las tejían a mano para que estubiéramos bien abrigados.
En este país con esas costumbres tan especiales y sencillas nací yo.
No había televisión, recién apareció en la década del 60.
No sabíamos que aparecería Internet, lo que cambiaría casi todo.
Las noticias eran lejanas; llegaban por la radio; si un acontecimiento importante había ocurrido un martes, acá llegaba el jueves.
Los vecinos en verano salían todos a la vereda del frente a hacer sociales y tomar mate.
Veíamos tan lejos todo ese terror que estaba viviendo el mundo…. ¡Qué país, mi país de esos años! Sin guerras, sin terremotos, sin maremotos, sin nada que termine en ‘otos’; un país, al decir de mi maestra de tercero, con la forma de casi un corazón; de superficie suavemente ondulada, con gobiernos de democracia, ejemplos en el mundo, de enseñanza gratuita, laica y obligatoria… ¡La pucha…!
En este país nací yo…
Ya hoy, en el siglo veintiuno, sexagenario, con cien kilos más y con una espalda dolorida sigo disfrutando… al menos, de los recuerdos de mi querido Uruguay.
Las escenas se fueron sucediendo, sin cortes, y pasaron tan rápido que no me dí cuenta. Todo parece que fue ayer
El recuerdo de los abuelos que se fueron yendo poco a poco de a uno y uno todavía niño, un día no los tiene más…
Vivir en el siglo XXI era la fantasía que vivíamos en el cine en las películas de ciencia-ficción, y hoy está acá…
Uruguayos Campeones de América y del Mundo… El '50 ¡qué año!; cómo será que duró 50 años más, y quién sabe cuántos más habrá de durar…!!
Yo tenía… 4 años y el viejo gritó al lado de la General Electric, con dial amarillo y tela de gobelino en el parlante: ¡¡¡Le ganamos a los brasileros… Somos campeones del mundo…, vamos vieja, vamos chiquilines a festejar a General Flores!!
Allá marchó el viejo Prefect rezongando rumbo al Centro. En el camino, gente a pie con banderas,llorando y gritando: ¡¡¡Uruguay, nomá…!!!
La gente apiñada en camioncitos con los restos en la caja, de repartir verdura en los barrios, con carteles caseros, con palos de escoba.
(Todos recuerdos que me fueron trasmitidos oralmente…)
Qué año el '50… Una semana de feriado nacional -lo que no nos costó nada ya que somos los campeones de los feriados tanto el pueblo como los gobernantes-…
Carnaval del 1 de Febrero al 15 de marzo. En marzo o principios de Abril, la ‘sagrada’ Semana Santa, Criolla o de Turismo, no importa… No vamo’a trabajar, no vamo’a trabajar… Por el estrés, vio??
Yá en Diciembre todo el mundo con la cabeza en las fiestas. Pero sabe, no se lo cambio por nada…
Este pedacito de tierra Oriental
El… ¡Qué tal vecino!
El aire de pueblo
La Rambla
El Carnaval
La parrilla
El discutir de política
El usar el tú, el usted y el vos.
Y con cosas muy nuestras: pipícucú, el domingo se casa Peringo, por si las moscas, agarrate Catalina, papita pa’l loro, nos encontramos en el reloj de la Olímpica, el asiento de los bobos, Ché, vó loco, va cayendo gente al baile (aunque sea del Martín Fierro), la chancha y los veinte reales, chocolate por la noticia, éramos pocos y parió la abuela, ni muy muy ni tan tan, chetos, lo que no puede faltar en la cartera de la dama o el bolsillo del caballero, sos tilingo, flor de relajo, a llorar al cuartito, a otra cosa mariposa… y tantas más…
Por todo esto y por muchas cosas más… es que quiero tanto a mi país, el más sencillo .Es verdad, actualmente ha cambiado mucho pero mis recuerdos estan intactos. Bendita infancia que pude disfrutar
