𝐿𝑜 𝒽𝒶𝒷𝒾𝒶 𝓅𝓇𝑜𝓂𝑒𝓉𝒾𝒹𝑜


Hoy el aroma del café no me afecta del modo que suele hacerlo, hay algo raro. No se si lo que siento es miedo, pero odio tener miedo, y odio dudar…

¿Qué coño me pasa? Me daban ganas de darme un par de tortazos en la cara … ¡espabila!..

Quizá sea culpa de la emoción acumulada.

Quise probar el café, pero por alguna razón al acercármelo a la boca, sentía nauseas.

Intenté pensar en otra cosa, pero ya estaba atrapada en ese inquirido pensamiento… ¿qué me pasa? y ¿por qué me pasa todo esto?..

Teléfono.

Si algo no necesitaba precisamente ahora, era escuchar su voz.

¿Y si la fuerza de mi pensamiento fuera la culpable de esta oportuna llamada?

¿Puede la necesidad recorrer cientos de kilómetros y traspasarlo todo hasta llegar a la víctima de un pensamiento?

Seguí removiendo el café con la mirada fija en un punto… y recordé esa cita de Charles Dickens,

“Hay siempre en el alma humana, una pasión por ir a la caza de algo”

Sí, posiblemente sea una infeliz pero yo no estoy a la caza de nada.

… Entonces, ¿soy yo la víctima?..

Volvió a sonar el teléfono, ahora era un mensaje … ¿será de él? … ¿cómo aguantar sin mirarlo…?

Y allí estaba esa sensación otra vez, con tan solo unas pocas palabras, simple pero directo, como siempre.

Es como tener un precioso frasco cargadito de veneno al alcance de la mano, y pasarte el día controlando para no darle un buen trago.

Yo tenía un pacto,

prometí no volver a ilusionarme.

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suele suceder y depende de nosotras tropezar con la misma piedra o brincarla hasta encontrar la proxima. Gracia por compartir aqui en el foro:blush:

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Muy buena reflexión .
Saludos Alexa.

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:persevere: horrible sensacion.
Buen escrito.

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