Un estudio científico demostró que las plantas emiten sonidos ultrasónicos cuando están bajo estrés, como cuando les falta agua. Estos sonidos ultrasónicos llamados clics, son imperceptibles para los humanos pero audibles para algunos animales (como murciélagos y roedores) y para ciertos insectos como las polillas. Se producen por cavitación: burbujas de aire que se forman y colapsan en el tejido vegetal.
El comportamiento fue confirmado en experimentos en los que se usaron micrófonos especiales, altavoces y modelos de inteligencia artificial para distinguir qué tipo de estrés sufrían las plantas de tomate (por ejemplo, deshidratación o corte). Las polillas hembras evitaron poner sus huevos en plantas que emiten estos sonidos de estrés, prefiriendo plantas silenciosas y sanas, lo que sugiere que interpretan los sonidos como señales de advertencia.
Los investigadores registraron que una planta estresada puede emitir hasta 40 clics por hora, mientras que una planta sana emite muy pocos o ningún sonido.
Es la primera evidencia de interacción acústica entre plantas e insectos, lo que podría revolucionar nuestra comprensión de los ecosistemas.
Fuentes: eLife - Female Moths Incorporate Plant Acoustic Emissions into Their Oviposition Decision-Making Process.
- BBC - Cómo los insectos reaccionan a los “gritos imperceptibles” de las plantas.