Hallado en 1948 en Schleswig-Holstein, Alemania, este cráneo de la Edad de Hierro perteneció a un hombre de entre 50 y 60 años. Los análisis revelaron que, antes de ser decapitado, fue golpeado con un objeto punzante y luego arrojado a un pantano, lo que le ha valido el nombre de “El Hombre de Osterby”.
Una de las características más sorprendentes de este hallazgo es su cabello, que se ha conservado en excelente estado y está elegantemente trenzado en un estilo conocido como “nudo suevo”. Este tipo de peinado, que consiste en dos mechones trenzados fijados a un lado de la cabeza, cumplía dos funciones: intimidar al enemigo y señalar la clase social a la que pertenecía el portador. Solo a guerreros y nobles se les permitía llevar este estilo.
El cráneo, que data de entre el 75 y el 130 a.C., muestra un pelo rojizo brillante y ahora puede verse en las salas del museo arqueológico del castillo de Gottorf.