Valentina y Mario Moreno “Cantinflas” se casaron en 1934, pese a que el padre de la mujer originaria de Rusia se oponía.
La mujer era bailarina y había nacido en Rusia en 1915, aunque ella y su familia tuvieron que huir de ese país para no ser víctimas de los levantamientos armados que por entonces se suscitaban.
Ambos se conocieron cuando el cómico entró a laborar en la carpa que era propiedad de la familia de la joven; ese fue el primer sitio donde él comenzó a tener éxito con sus números ante el público.
La relación de noviazgo culminó en una propuesta de matrimonio, aunque el padre de Valentina Ivanova no estaba de acuerdo con el enlace nupcial de la pareja.
Los constantes roces ente el suegro y el yerno incluso orillaron al mexicano a renunciar a la carpa, pero eso no fue suficiente para que los enamorados se separaran.
La bailarina europea no volvió a presentar sus números artísticos, pues tras casarse con Mario Moreno “Cantinflas” se dedicó a las labores del hogar y lo apoyó en su carrera.
El comediante se consolidó también como actor y su talento lo llevó a protagonizar diversas películas; incluso se dice que en esa etapa fue infiel por varias ocasiones.
Pese a eso nunca se divorció formalmente de su esposa originaria de Rusia; aunque no tuvieron hijos propios, adoptaron a un pequeño y lo llamaron Mario Arturo Moreno Ivanova.
Se cree que ese niño en realidad fue hijo natural del protagonista de “Ahí está el detalle”, quien habría sostenido una relación extramarital con la texana Marion Roberts.
Pese a los rumores, Valentina Ivanova se mantuvo toda su vida junto a Mario Moreno “Cantinflas” y sólo se separó de él cuando murió de cáncer de huesos, el 5 de enero de 1966.
